Fundamentos médicos

El ciclo menstrual varía en cada mujer. El mismo comienza con el primer día de sangrado y culmina el día anterior al comienzo de la siguiente menstruación. La duración de un ciclo promedio se considera de 28 días, aunque el mismo puede durar de 21 a 36 días.

En todo ciclo femenino se pueden distinguir tres fases:

Fase infértil al comienzo de cada ciclo

Fase fértil entorno a la ovulación

Fase infértil luego de la ovulación y hasta la siguiente menstruación


A lo largo del ciclo menstrual se encuentran presentes dos hormonas. Durante la primer mitad del ciclo (la fase pre-ovulatoria entre el día 1 y 14 aproximadamente) los estrógenos son protagonistas, los cuales ayudan a los ovarios a producir el óvulo que luego será liberado durante la ovulación. Una vez que el folículo del ovario ha expulsado un óvulo comienza una nueva función: éste se convierte en el cuerpo lúteo y comienza a segregar progesterona. Entonces, durante la segunda mitad del ciclo (la fase post-ovulatoria) la progesterona dominará hasta que descienda su nivel anticipando el período menstrual.


La progesterona es una hormona termogénica, es decir, produce una elevación de la temperatura basal. Entonces, antes de la ovulación cuando los estrógenos son dominantes, la temperatura de nuestro cuerpo es marginalmente inferior a luego de la ovulación, cuando la progesterona está a cargo. La ovulación es seguida por una elevación de la temperatura que se mantiene en niveles más altos que antes de la ovulación hasta la siguiente menstruación. De este modo, la elevación sostenida de la temperatura basal es un signo objetivo de que se ha producido la ovulación.


Como puede observarse en el gráfico del ciclo femenino, los cambios hormonales se reflejan en la temperatura diaria de la mujer. La ovulación provoca un leve incremento de la temperatura de entre 0,25 y 0,45 grados Celsius.


Con esta información es posible explicar la teoría que sustenta el funcionamiento de estos monitores de fertilidad.

El sensor de temperatura altamente preciso de Pearly/Lady-comp/Baby-comp, el más preciso del mundo, puede detectar un mínimo aumento de temperatura y así determinar el día de ovulación. De esta manera, la computadora empleará el ciclo personal como base para sus cálculos, indicando en qué día del ciclo ovula cada mujer y cuándo comenzará el próximo ciclo.

Asimismo, la computadora calcula el futuro curso del ciclo y el correspondiente nivel de fertilidad a partir de las temperaturas que ya han sido ingresadas. Estos cálculos son realizados para cada mujer individualmente y considera los típicos altibajos antes y después de la ovulación. En caso que detectase una fluctuación anormal de temperatura (por ejemplo, fiebre), la misma será ignorada y no influenciará en los cálculos para diagnosticar los días fértiles.

A partir de toda esta información estamos libres de decidir buscar el embarazo o posponer el mismo.





Ciclos irregulares.

Fluctuaciones en el ciclo femenino son parte del día a día de la mujer.
Pearly, Lady-comp y Baby-comp se basan en las observaciones diarias y progresivas de los signos y síntomas naturales que ocurren en la fase fértil e infértil de la mujer.
Esto significa que estos monitores de fertilidad reconocen los cambios asociados a la ovulación y, por consiguiente, son capaces de tratar cada ciclo individualmente, a pesar de que el mismo presente irregularidades.

Existen numerosos factores que pueden alterar la regularidad del ciclo femeninotales como:
estrés físico o emocional, enfermedad o determinados medicamentos, desórdenes hormonales, situaciones de emergencia, deporte competitivo, factores alimenticios como dieta estricta o hambruna, alteración del ritmo circadiano (alteraciones del día y la noche), viajes, salidas nocturnas extendidas, falta de sueño, tabaquismo, entre otros.